El impacto climático sobre la cultura de los países

El clima suele ser un tema de conversación poco polémico. De hecho, se recomienda hablar del tiempo que hace con desconocidos y familiares para evitar los conflictos que podrían provocar conversaciones políticas o religiosas. Sin embargo, el clima también puede ser un objeto de discusiones fundamentales para las personas que han experimentado la vida en diferentes continentes. ¡Tantas variaciones de culturas humanas, y tan pocas explicaciones para entenderlas! Poco a poco, la humanidad sigue aprendiendo el hecho de que el color de piel u otras características visibles no pueden explicar las diferencias fundamentales. Y sin embargo, las diferencias existen. 

Cada año, los expertos en psicología ambiental descubren un poco más del impacto que tiene el clima sobre las personas. Por ejemplo, «en México, hay más crimen organizado en las zonas con climas más cálidos, y algunos académicos sospechan que esto se debe a que crea un "gusto por la violencia"». Por mi parte, yo diría que el calor nos vuelve más espontáneos e impulsivos. Además, la psicóloga española Laura Palomares menciona como impactos de un calor elevado : una falta de concentración, una irritabilidad, una ansiedad, un cansancio y dificultades para recordar. 

También en México, se reporta que las alzas de temperaturas coinciden con tasas de suicidios más altas en los hombres mexicanos. «Si bien está claro que las injusticias y otros desencadenantes del malestar social pueden suceder durante todo el año, parece que es mucho más probable que reaccionemos cuando hace calor.»

Siendo canadiense, esto me hace pensar que no somos los únicos en padecer de los impactos del clima. Los psicólogos de Buenos Aires parecen usar la misma descripción para el malestar del invierno que se vive bajo la lluvia de Argentina, tal como se usa en Canadá para describir la enfermedad que pueden causar los meses de frío : el trastorno afectivo estacional (TAE). Según un equipo internacional de investigadores, la temperatura óptima para la felicidad humana sería alrededor de 25 grados centígrados de día y 10 centígrados de noche. Y para las personas de países fríos que esperan la primavera con ansiedad, el fenómeno de la «fiebre de la primavera» ha sido estudiado en el Centro de Neurociencia de la Universidad de Colorado en Boulder.

¡Aprender todo esto me parece fascinante! Alguna vez, leí que los clientes de los restaurantes dejaban más propinas en los días de sol que en los días de lluvia. Decían también que el acto impulsivo de comprar lotería sucedía con más frecuencia en Florida que en Alaska. Esto me hizo pensar que el clima es el punto de partida desde el cual se determina si las personas están propensas a encontrarse en lugares públicos afuera. El clima determina a qué tipo de alimentos las personas tienen acceso de manera más directa. Y eso me lleva a la pregunta, ¿Será que las personas pueden cambiar su forma de ser (o su personalidad) al pasarse de una zona climática hacia otra? ¿Y hasta qué punto lo que decidimos es realmente un acto de nuestra voluntad, independiente de las influencias externas? Veo que los expertos que estudian el impacto psicológico del clima se han enfocado mucho en efectos a corto plazo (observar los comportamientos en ciertos días y luego compararlos con los datos de las temperaturas medidas) ¡Pero nosotros los humanos no solamente vivimos bajo un clima en ciertos días! Nacimos y morimos desde millones de años bajo los climas de nuestras regiones del planeta. Mi intuición es que el efecto climático es fundamental con respeto a los comportamientos humanos y no solamente anecdótico.

Pienso que el hecho de saber más no siempre nos puede brindar soluciones ya hechas. A veces, el primer paso es solamente de saber cuales son las influencias que nos afectan. ¿Qué presupuesto se dedicará en el futuro a la fabricación de invernaderos cálidos para los ciudadanos de las zonas frías? ¿Cuánto será necesario (y cuánta energía) para brindarles sombra fresca o aire acondicionado a los millones de ciudadanos de las zonas siempre más calientes? Con la pandemia del covid-19, mucho se habló de la calidad del aire en las grandes instituciones, como en las escuelas. Se habló de las distancias, del lavado de las manos, pero intuitivamente, todos sabemos que el acceso a una calidad de vida global más alta es el aspecto más importante para determinar la salud de una persona hoy y para anticipar su salud futura. Quizás algún día, las características del clima serán tomadas más en cuenta para mejorar la calidad de vida de las personas.